Turba Negra: Qué es y para qué sirve
La turba negra es un material orgánico de color oscuro y rico en carbono, que sirve tanto como sustrato universal como para mejorar los suelos donde se cultivan todo tipo de plantas. Se extrae principalmente de zonas lacustres de origen glacial conocidas como turberas.
La formación de turba representa la primera parte del proceso por el cual la vegetación se convierte en carbón mineral. Es, también, el resultado de la degradación acumulativa de la vegetación muerta en un ambiente de saturación de agua ácida en lugares como los pantanos, las marismas u otros humedales.
¿Qué es la turba negra o morena?
La turba se clasifica en dos grupos atendiendo al grado de descomposición de la materia vegetal: turba rubia o turba negra. La primera se extrae de las capas superficiales de la turbera, son más ácidas y tienen mayor contenido en materia orgánica, pues están menos descompuestas. La turba negra, en cambio, se extrae de las capas más profundas, donde la descomposición es mayor, lo que le aporta un color más oscuro y una acidez menor.
Propiedades del sustrato de turba negra
La turba negra tiene una gran capacidad de retención de agua, hasta más de 400 veces su propio peso y es capaz de retener gran cantidad de nutrientes, por lo que se reduce el consumo de fertilizantes y la frecuencia de riego. Es decir, ayuda a crear una estructura de suelo esponjosa que promueve la infiltración de agua y su retención en la zona de raíces.
Para qué sirve la turba negra
Por su estructura porosa y su alta capacidad de retención de agua, la turba negra se utiliza principalmente en el acondicionamiento de suelos y sustratos para macetas. Aunque, por su alto contenido de sustancias húmicas, también resulta ideal para la germinación de semillas.
En qué plantas se usa la turba negra
Gracias a su elevado nivel de pH y su alta descomposición sin apenas nitrógeno, la turba negra se puede considerar un sustrato universal y apto para todo tipo de plantas, siempre que se aporten los nutrientes necesarios.
